El paralelismo escolar
Así que, básicamente, cada estudiante es un Frodo, un Harry Potter o un Luke Skywalker en potencia. La diferencia es que en vez de una espada mágica llevan un portátil, y en vez de luchar contra dragones se enfrentan a ecuaciones de segundo grado, sintaxis imposibles o a ese trabajo que no es que sea muy interesante.
Los padres hacen el papel de Gandalf: aparecen al principio con frases como “Este año tienes que organizarte mejor” y al final con un “Estamos orgullosos de todo lo que has conseguido”. Y los profes, aunque a veces parezcan villanos con exámenes sorpresa, son los verdaderos Obi-Wan: guían, empujan y, sin que lo notes, te preparan para tu gran aventura.
Al final, el curso escolar es eso: un viaje lleno de retos, aprendizajes y descubrimientos. Y aunque cada septiembre parezca que volvemos a empezar desde cero, lo cierto es que cada año los héroes crecen, aprenden… y acumulan puntos de experiencia para la vida.
Además, si el curso tiene etapas que se presentan como verdaderas tormentas... ¡Algorithmics es esa posada caliente en la que puedes reposar, olvidarte de todo y disfrutar!